Y nos
encontramos con un film de gran producción, con mucho de biopic, pero
intimista. La historia bucea el mundo interno del astronauta mientras nos cuenta todo el proceso y proyectos que tuvo la NASA, focalizados entre 1961 y
1969, hasta llegar a, quizás, el día más memorable del siglo pasado.
Como en
muchas otras grandes producciones, todos sabemos como termina la historia, pero
el talento está en mostrarnos ese camino, como son esos protagonistas, que les
pasa, a ellos y al mundo que los rodea. Y en este caso el contrapunto se da
entre la poderosa NASA y el pequeño y cálido mundo de la familia Armstrong.
La carrera
espacial entre Rusia y Estados Unidos, los cientos de millones de dólares y
vidas consumidas, frente al proceso de un grupo de hombres con sueños de
conquista, y de hacer historia.
El mundo
espacial tiene muchas y notables películas, esta no es una más, Damien Chazelle
sabía como hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario